Más de 3.000 personas han aceptado esa oferta en Estados Unidos.
Esta organización estadounidense ha desembarcado en Gran Bretaña y ha empezado fuerte su campaña. Partiendo del hecho de que es cierto que la drogodependencia es una lacra en la sociedad, no deberían ser así los drogodependientes.
¡Qué fácil es aprovecharse de los momentos de más vulnerabilidad para quitarse problemas de encima! Por eso no es de extrañar que numerosas ONG que trabajan con toxicómanos hayan criticado esta medida. En primer lugar porque no supone ninguna ayuda para los toxicómanos, y en segundo, porque ese dinero, seguramente lo utilizarán para comprar más estupefacientes.
Lo que hay que hacer es ayudar a los drogodependientes a romper con su adicción. El resto es simplemente poner parches y querer un mundo mejor a base de quitar los derechos a esas personas: qué fácil es aplaudir con las orejas esta iniciativa, cuando en el fondo es lo mismo que buscaba el nacionalsocialismo con la purificación de la raza aria. Aunque no hay que ir muy lejos en el tiempo, ya que Perú, en tiempos de Fujimori, esterilizó a miles de mujeres, vaya coincidencia que todas eran pobres, sin su consentimiento.
Con estas iniciativas, los indeseables desaparecerán en una par de generaciones y nos encontraremos en Un mundo feliz, como el que pensó Aldous Huxley en su obra.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com
