Si no hay deserciones de última hora, el pleno del CGPJ aprobará este viernes el derecho a la objeción de conciencia de los jueces en relación al matrimonio homosexual. En realidad se trata de objeción de conciencia, aunque técnicamente el muñeco se vista de argumentario técnico jurídico.

Veamos: Ni el presidente del CGPJ ni el vocal ponente de la resolución, José Luis Requero, son partidarios del derecho de objeción de conciencia de los jueces. Pero ocurre que el Tribunal Constitucional resolvió que no había lugar a las tres cuestiones de inconstitucionalidad presentadas por sendos jueces en relación con el gaymonio debido a que en la inscripción registral del enlace no actuaban dentro de sus funciones jurisdiccionales, sino como meros funcionarios de registro.

¿Existe el derecho a la objeción de conciencia de los funcionarios? Sí. El Tribunal Constitucional ha sentado doctrina con dos sentencias que defienden el derecho a la objeción de conciencia de los funcionarios. En un caso se trataba de un funcionario de policía local que se negó a custodiar al santo patrón y en otro, un militar que pidió amparo para no asistir a un acto religioso al ser agnóstico. En ambos casos, el Constitucional dio amparo. Ergo existe el derecho a la objeción de conciencia de los funcionarios y los jueces, en su labor registral son funcionarios.

En todo caso, la propuesta Requero establecerá una cautela. A pesar de que la resolución sea aplicable erga omnes, tendrá que ejercerse de manera individual. Es decir, el CGPJ resolvería para el caso concreto que el juez puede inhibirse y además, enviaría el mensaje de que cualquier juez pueda invocar dicha resolución para inhibirse también, debiendo de solicitarlo expresamente al CGPJ.

De momento, la resolución será aprobada, aunque es posible que haya alguna baja a alguna hora de alguien que tenga miedo de ser tachado de talibán. Esperemos que no sea así, que se cumplan las expectativas y que se certifique las garantías del juez para inhibirse ante un matrimonio que no es tal y que violenta gravemente la conciencia y la misma naturaleza.