Fue aprobada por el consejo de ministros del pasado viernes y se constituye este martes. El objetivo es evaluar de manera bilateral la aplicación de los aspectos económicos del Estatut, la columna vertebral del nuevo marco estatutario, según señalaron sus promotores. En realidad se trata de la heredera de una antigua comisión bilateral Estado-Generalitat sobre asuntos económicos. Así que en el fondo, hay poca novedad.

Aplicaremos lo que ya está previsto, señala el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña. Claro que lo previsto es interpretable y la resurrección del fondo de compensación interterritorial podría minorar seriamente el objetivo catalanista de la participación cuantitativa en las inversiones del Estado.

En cuanto a la financiación autonómica, Ocaña informa que ya se ha remitido a las CCAA un primer borrador sobre las líneas maestras en las que trabaja el Ejecutivo para profundizar en la corresponsabilidad fiscal, aunque no responde a la pregunta de si primará el efecto del incremento poblacional o la nueva regulación de los Estatutos. En cuanto al tempus, Ocaña señala que están a la espera del feedback de las CCAA y que no será por el Gobierno que no haya una nueva LOFCA en esta legislatura, aunque también reconoce que el proceso de negociación a varias bandas puede complicar que haya resultados en lo que queda de legislatura. Vamos avanzar tanto como se pueda, señala en plan voluntarista. Es un proceso largo y difícil, concluye. Le faltó lo de duro