El presidente de Cataluña, Pascual Maragall, había animado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a que hablara también de dinero. A veces parece como de mal gusto, pero es necesario hacerlo. En mala hora. El actual modelo de financiación autonómica sobre el que trabaja el tripartito otorga 2.400 millones de euros adicionales a la Generalitat. Una cifra que se encuentra en línea con lo señalado en varias ocasiones por Maragall.

Pero héte aquí que Aguirre habló. La presidenta madrileña ha señalado que lo que es conveniente para Cataluña es conveniente para Madrid. O dicho de otra forma: Madrid no va a aceptar modelos financieros a la carta y el modelo que se siga será café con leche para todos. La advertencia ya había sido formulada en varias ocasiones por el Ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, así como por el ministro de Economía, Pedro Solbes: no habrá un modelo específico y diferenciado para Cataluña.

Por si no había quedado suficientemente claro, el nuevo estatuto valenciano contempla la denominada fórmula Camps que establece que cualquier techo competencial o financiero alcanzado por cualquier comunidad autónoma, será de aplicación también en Valencia. O sea, más café con leche para todos. Y claro, exportar el cocinado modelo catalán convierte al estado en inviable tal y como ha denunciado en múltiples ocasiones el Secretario de Estado de Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Conclusión: de 2.400 millones, nada de nada, y el posibilismo del PSC deberá de rebajar sus exigencias a bastante menos.