• Pero no nos engañemos, será a largo plazo y nadie sabe qué puede pasar hasta entonces.
  • Todo porque el Estado no ha negado a entrar, a pesar de la promesa de la SEPI.
  • Aconseja al 'núcleo duro español' que mantenga su participación en la aceitera.
  • No está claro lo que dirá la CNMV sobre la operación: el precio que ofrece CVC, 0,38 euros por acción, es muy bajo.
  • No convence ni a los accionistas ni al consenso del mercado.

El desembarco en Deoleo del fondo especulativo británico CVC sigue sin aclarar un desenlace en la operación, que dejaría en cuestión la españolidad de una marca estratégica (aceite de oliva), además de líder mundial en el sector. Nada está claro o todo sigue confuso, como prefieran. Lo que empezó en abril, con la compra por CVC del 29,9% de la aceitera a Bankia, Banco Mare Nostrum (BME) y la cooperativa Dcoop, sigue provocando más de un dolor de cabeza (sobre todos a los minoritarios). Y enfilamos ya finales de noviembre sin que la CNMV se haya pronunciado todavía sobre la operación. Podríamos estar en vísperas de una decisión, pero no sabemos en qué sentido. Tampoco se ha movido del capital el 'nucleo duro español', como quien dice, por llamarlo de alguna manera. Lo forman Unicaja, Caixabank y Kutxabank, con un 20% de Deoleo. Desde el 25 de octubre podían haber vendido (en ese fecha expiró el compromiso de seis meses para no hacerlo a otro que no fuera CVC), pero no lo han hecho.

Es en ese contexto, más bien brumoso, es en el que hay que mirar lo que está ocurriendo. El Gobierno, que se ha quedado seco como un palo desde que CVC empezó a maniobrar, insiste a Unicaja, Caixabank y Kutxabank que se mantengan en el capital porque todo se va a arreglar. Que como el fondo CVC se irá de Deoleo en el medio plazo, va a buscar un socio industrial para que invierta en la aceitera. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, está mucho más empeñada que Arias Cañete en defender la españolidad de la aceitera.

Hubiera sido mucho más fácil que el Estado hubiera entrado desde el principio y se dejara de mandangas, pero no lo ha hecho. Deoleo cuesta en bolsa, a precios de ahora, 427 millones de euros. Pero tampoco ha hecho nada la SEPI, a pesar de que su presidente, Ramón Aguirre, anunció que entrarían después del verano. Debe seguir esperando al invierno o a la primavera.

¿Cuál es el problema Que si se alargan los plazos, para entonces todos calvos, que se dice en castizo. En otras palabras, no se sabe qué puede hacer y deshacer en el mientras tanto CVC.  Y a ese problema se añade otro, también con lógica aplastante: si el Gobierno no ha conseguido hasta ahora un socio industrial, ¿dónde piensan encontrarlo En el fondo es el mismo debate que tiene con Indra: vender la parte que tiene de la SEPI (con minusvalías) o consolidarla como accionista de referencia. En el de Deoleo, debería entrar.

En vísperas de que se pronuncie la CNMV, el principal problema es el precio que ofrece CVC en la OPA: 0,38 euros por acción. Ya se lo contamos: CVC quiere hacerse con Deoleo a precio de ganga y a través de paraísos fiscales. El precio que ofrece no sólo es considerado insuficiente por los accionistas, sino también para el consenso del mercado, que sitúa la acción en 0,43 euros, un 13% más que la OPA. Pero CVC no se apea a mejorarlo y todo depende, por tanto, del éxito que tenga la oferta.

La OPA está condicionada a la aceptación de más del 50% del capital flotante, que componen el 44,5% de las acciones. Si CVC no consigue el 52% y no desiste de la OPA, tendría que reformular a la oferta a un precio equitativo (superior al ofrecido).

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com