Desembarco masivo del Gobierno español en la Cumbre sobre la mujer, celebrada en Naciones Unidas. Encabezaba la delegación Soledad Murillo, secretaria General de Políticas de Igualdad. Pero también asistió la Directora General de Instituto de la Mujer, Rosa Mª Peris, la Vicepresidenta Primera del Congreso, Carme Chacón, la Secretaria Primera del Congreso, Mª Jesús Sainz, y la presidenta de la Comisión Mixta Congreso-Senado, Carmen Alborch. Vamos, lo que se dice, perfil alto. 

Llevaban bajo el brazo la Ley Contra la Violencia de Género como asunto estrella. España acudía a Naciones Unidas con los deberes hechos y con ganas de dar lecciones al mundo. Pero no pudo ser. Nadie "compró" una ley que supone introducir la discriminación positiva en el ámbito penal. Una aberración para los juristas. Así que han regresado sin mucho éxito. Y eso, a pesar de que España es el primer Gobierno paritario de la Historia y que ha adoptado "medidas pioneras en el mundo para luchar por la igualdad", según Caldera.