Como España envejece resulta que ya hay 9,2 millones de jubilados. Hablo de pensiones contributivas, que de humedades -las no contributivas- hablaremos en otro momento.

La pensión media roza los 1.000 euros mensuales y el número de perceptores de pensión no deja de subir. Por cierto, esas pensiones se pagan con cargo a las cuotas sociales que pagan las empresas y trabajadores, en España desusadamente altas. En definitiva, que la cada día mayor exigencia del pago en pensiones dificulta la reducción de las cuotas sociales, uno de los grandes impedimentos para crear empleo fijo.

Pero lo más llamativo es que frente a una pensión media de 1.000 euros -y me parece bien- tenemos un salario mínimo, de 645,30 euros. Los jóvenes empiezan su vida laboral cada día más tarde y con salarios pagados al mínimo.

Además, las pensiones españolas soportan mejor la comparación con los países de nuestro entorno que el salario mínimo y que el salario medio (ahora fijado en 1.615 euros), en los últimos lugares de la Europa de los 12 (de los 28, es 1.936 euros al mes)

Vamos, que tratamos mejor a los ancianos -tampoco demasiado- que a los jóvenes. No me extraña que emigren.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com