Sr. Director:

Ofensa a la bandera estadounidense en un desfile en Madrid, retirada inmediata de las tropas españolas de Irak, proponerse para encabezar a los países que retiren sus tropas de Irak, promover una alianza de civilizaciones de espaldas a, apoyar los regímenes totalitarios de Cuba, Venezuela, Bolivia, por si fuera poco, hace sólo unos días Zapatero culpaba de forma explícita a EE.UU. de la crisis que sufrimos.

Después de todos estos agravios Rodríguez Zapatero se ve obligado a mendigar ante un atribulado Sarkozy un puesto de invitado a una cumbre, la del G-20, y de la G-8 en las que, no sólo no formamos parte, sino que precisamente el Gobierno estadounidense ejerce de líder y anfitrión. También se ha mendigado ante Brasil y finalmente ante China.

Pienso que España merece, por meritos propios, estar entre los países líderes pero tenemos lo que, por culpa de su Presidente, nuestro Gobierno merece. Parece mentira, pero Zapatero sigue sin aprender la lección. No se puede ir ofendiendo a quienes, le guste o no, son la indiscutible primera potencia mundial y encima esperar situarse al lado de los más grandes del panorama internacional. Haciendo alarde de antiamericanismo queda muy bien ante una buena parte del electorado y determinados ámbitos mediáticos, pero al final esa irresponsable actitud acaba pasando factura.

Factura que pagamos los españoles, nuestra diplomacia no cuenta en América y ni siquiera en Europa, a pesar de los alardes de Rodríguez Zapatero y de que algunos ministros, entre ellos Sebastián, hagan de voceros y se sientan orgullosos.

José Morales Martín

jomomartin@gmail.com