Por ahora la patronal CEOE no ha pedido que se gasee a los obreros, pero es un detalle de moderación patronal del que todos debemos congratularnos. Pero si lo propusieran la prensa progre, tanto de izquierdas como de derechas, probablemente lo apoyaría.

¿Exagero? Por supuesto, pero horas después de las manifestaciones de Juan Rosell surgían los datos sobre costes laborales. El País, diario progresista, no asegura que se han impulsado los costes laborales, cuando lo cierto es que los salarios han subido un 1,2% frente a una inflación del 3%, es decir, que los asalariados siguen perdiendo poder adquisitivo.

Invertia nos asegura que los costes laborales han subido un 1,5%, hasta los 2.457 euros: ¡Qué barbaridad!

Hay una cierta obsesión entre patronos y economistas por la reducción de los salarios mientras que los sindicatos sólo se preocupan por el mantenimiento de los subsidios. De esta forma se ha creado una especie de aura peligrosa de los trabajadores por cuenta ajena.

Miren ustedes, en España tenemos salarios asiáticos y precios, e impuestos, europeos. Los salarios son tan bajos que la gente no consume porque no tiene dinero y es el consumo el que está hundiendo el crecimiento. Y encima, sufrimos los impuestos laborales altos, sobre todo las cuotas.

Para salir de la crisis no hay que bajar los salarios sino subirlos. Entre otras cosas porque la subida, y fuerte, de los salarios bajos es la única forma de que la gente acepte la flexibilidad laboral que sí, es necesaria para crear empleo. En España tenemos impuestos laborales europeos, especialmente las cuotas que otros países han suprimido y las han sustituido por IVA. En España existe, además, mucha economía sumergida, porque los impuestos laborales encarecen los costes y las empresas prefieren pagar en negro antes que cerrar.

El salario medio español es muy poco medio, más bien bajo, y así no hay manera de que la economía se reactive.

En definitiva, para salir de la crisis no tenemos que bajar los salarios, sino subirlos para mejorar el consumo. Recordemos que el salario mínimo español (641 euros brutos por mes) es menos de la mitad del francés y que el salario medio español es menos de la mitad que el británico y no alcanza el 60% del salario medio alemán.

Menos pitorreo, oiga. No hay que bajar salarios, hay que subirlos. Por de pronto, el salario mínimo hasta los 1.000 euros mensuales. Y a cambio menos impuestos laborales. Porque no se trata de que la economía española vaya bien sino de que las economías de los españoles vayan bien... que no es lo mismo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com