Si depresión económica significa que el vecino se ha quedado sin trabajo y recesión que el que te has quedado sin trabajo eres tú, no cabe duda de que Alemania está en recesión. El gigante europeo cierra un año negro en 2003, con un déficit público del 4%. Mientras, España ha cerrado el ejercicio con una inflación del 2,6%, que es un buen dato, aunque, como recuerda Izquierda Unida, más que a la buena labor del Gobierno (que, en materia de inflación, poco puede hacer) se debe a la revalorización del euro. Un euro caro le conviene a España, con una factura petrolera que pagar y con una dependencia de las importaciones de bienes de equipos, asimismo, interesante. Ahora bien, un euro fuerte perjudica nuestras exportaciones.

Además, con un 2,6%, y aunque las cifras oficiales no se pueden dar aún, se activarán muy pocas cláusulas de salvaguarda de convenios colectivos En otras palabras, que el dato le ha salido redondo al equipo económico del Gobierno Aznar. La política económico de Rodrigo Rato merece notable alto, ciertamente, a pesar de que se haya gestado sobre un colchón de salarios bajos y vivienda cara.