Sr. Director:
El nuevo curso ha comenzado cargado de incertidumbres. Los necesarios ajustes afectan también al ámbito educativo y para muchos, por desgracia, los recortes serán la excusa perfecta para la algarada y la tensión social, ya hemos visto algunos casos.

Otra cuestión distinta son las legítimas reivindicaciones que aporten criterio y que arrimen el hombro en busca del bien común. Las medidas a largo plazo que el Gobierno ha anunciado son tan ambiciosas como interesantes. Es urgente abordar el drama del fracaso escolar y desde ahí sentar las bases de lo que debe ser la educación en España.

Nos jugamos el futuro en cuestiones tan esenciales como la libertad de los padres para elegir la educación que quieren para sus hijos; un adecuado diseño curricular que se aleje de experimentos ideológicos y potencie las materias fundamentales; el refuerzo de la autoridad de los docentes y el cambio profundo de la Formación Profesional.

Nos la jugamos en una buena educación, completa e integral, que sea capaz de mirar más allá de contingencias políticas.

Jesús Martínez Madrid