Sr. Director.

No puedo remediarlo, cada vez que enciendo la tele o la radio y oigo a ZP tengo unos sentimientos de darle un bofetón a semejante personaje, que pienso que no me voy a poder aguantar. Pero no creo que ZP se enfade o incluso seguramente, si tuviera la oportunidad de mirarle a esos bonitos ojos y decírselo a la cara, él con sus labios finos me esbozaría una sonrisa de comprensión y me estrecharía afectuosamente la mano, porque él ya nos ha dicho a los españoles que Nación es una forma de sentir y que los sentimientos hay que respetarlos.

Sr. Presidente de Ex-paña la Nación no es un sentimiento. Los sentimientos cambian continuamente, y sobre el cambio continuo no se puede hacer Nación ni nada de provecho. Que esa misma teoría proviene del Nacionalismo alemán del siglo pasado y llevó al nazional-socialismo de Hitler que tan buenos resultados le dio a la Alemania del siglo XX: Dos guerras mundiales, el Telón de Acero, dos Alemanias divididas vamos lo que a vd. le gustaría dos Españas una roja y otratambién y pensando todos iguales se acabó la variedad.

También en Vascongadas llevamos sufriendo esa forma de pensar que da lugar a que unos se sientan euskadianos y otros no y así nos va: mil muertos. Si el sentimiento hace nación, cualquiera puede ser vasco. Como dicen las reglas de la lógica si A es imposible y se afirma que A, entonces B puede ser cualquier cosa. Como los de Bilbao que nacen vascos aunque nazcan en Salamanca, porque como reza el dicho : los de Bilbao nacemos donde nos sale de los cojones.

Es lógico que de este modo pensaran los románticos del S XIX, pero el hombre del Siglo XXI no puede ir por el mundo con cara de bobo embelesado afirmando que el sentimiento crea una realidad. Yo por mucho que me sienta Michael Jordan o Benedicto XVI sigo siendo un pobre ciudadano de a pie que escribe una carta porque no puede dar un puñetazo en la mesa y mandar a todos los políticos a...

Y mientras España se rompe, la oposición con cara de romántico empalago de pianos de Chopin y cuadritos de Monet.

Miguel Vallinas

vallinasgarcia@yahoo.es