La señora Viviane Reding (en la imagen) puede ser vicepresidenta de la Comisión Europea pero es una de esas políticas de la Europa rica que se están cargando la Unión Europea.

Pertenece a ese varadero instrumento del Nuevo Orden Mundial (NOM) que es Basilea. Sí, el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS), arquetipo de la alianza entre políticos anglosajones y especuladores financieros, contra el conjunto de la humanidad. Los banqueros de Basilea están creando un sistema bancario internacional consistente en lo de siempre en un oligopolio de poder: se exige cada vez más capital a los bancos para que queden muy pocos y muy poderosos. A cambio, esos banqueros poderosos compran la deuda pública que emiten los políticos sin escrúpulos -es decir, los políticos progres tanto de izquierdas como de derechas- para comprar votos.

Y, por cierto, aquí es donde se equivoca de medio a medio el movimiento de los indignados y de los antisistema. Para ellos, el poder es un poder de derechas que pretende defender la propiedad privada contra la propiedad pública. Falso: lo que hace Basilea es cargarse la "pequeña propiedad privada", que es la clave. Basilea fuerza un modelo económico oligopolístico, en el que el propietario último no pinta nada y el intermediario lo manda todo. Al final, el hombre sólo controla su pequeña propiedad privada. Al final, tanto el político como el banquero, o el gestor de una multinacional, trabajan con la misma materia prima: el dinero de los demás. Por eso trabaja tan mal y tan injustamente.

En cuanto a la propiedad, pública, sencillamente no existe y tan manirroto es un gestor de un fondo de inversión o un banco como las preferentes, como un político con el dinero del presupuesto público.

En cualquier caso, volviendo a Reding: mire usted señora vicepresidenta, quédese con sus préstamos condicionados, quédese con su dinero que no es suyo. Rajoy no debe pedir rescate ni ahora ni nunca, como no debió pedirlo para los bancos en dificultades.

Eulogio López

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