La macrofundación FAES presentó, en la noche del jueves 25, el Índice de Libertad Económica 2004, realizado por la Heritage Foundation y editado por Wall Street Journal. Se trata de un índice mundial en que se califica a los diferentes estados en función de la libertad aplicada en su política comercial, la presencia del Gobierno en la economía, la política económica, la actividad bancaria y financiera, las garantías para el derecho de propiedad, la regulación y la actividad sumergida.

En cómputo global, nuestro país resulta "mayormente libre", aunque tiene vetada su entrada al comité evaluador por su exceso de regulación. Los autores valoran la expansión de nuestra actividad bursátil hasta convertir a España en la quinta potencia europea en mercado de capitales y califican de "nivel moderado" la intervención del Gobierno en la economía. También cita la valoración de 7,1 del informe de Transparencia Internacional para concluir que tenemos un "nivel bajo de actividad informal". Justo lo contrario de lo sostenido por el PSOE durante la precampaña electoral.

Sin embargo, critica el intervencionismo estatal a través de la acción de oro sobre las compañías privatizadas citando el ejemplo del veto gubernamental a la OPA de KPN sobre Telefónica. También critica el establecimiento de cupos para las importaciones de automotores y textil, así como la dificultad para obtener una licencia para la importación de maquinaria usada.

Además, los autores consideran que existe un exceso de intervención en el sector agrícola. Citan la conclusión de la fundación sueca Timbro, según la cual, "los europeos pagamos entre un 80 y un 100 por 100 más por los productos alimentarios que lo que pagaríamos en un mercado maduro". El coste de la PAC. Además, el informe también critica la "rigidez" de nuestro mercado laboral, especialmente en relación al coste del despido. Los liberales consideran elevado que el coste medio del despido sea un 200% de compensación básica anual.

"Estableciendo la relación entre libertad económica y prosperidad", es el subtítulo del trabajo. El problema de estos estudios liberales es que siempre concluyen lo mismo: moderación salarial y abaratamiento de los despidos. Sin embargo, la realidad es una creciente brecha entre las rentas salariales y las empresariales. Cuando escuchen la palabra "liberal" conviene echarse la mano a la cartera. "No conozco liberales con un patrimonio líquido inferior a los 3 millones de euros", concluye un conocido analista financiero.

En cuanto al "ranking" de libertad económica, España se sitúa en el puesto 27º mundial, justo por debajo de Italia. Dentro de la Unión Europa somos superados por Luxemburgo, que ocupa el puesto 4º en el "ranking" mundial, e Irlanda, que ostenta la quinta posición. ¿Y Francia? La intervencionista Francia queda en el puesto 44º. Por otra parte, llama la atención que el país más liberal de Iberoamérica sea Chile, el país que hizo la reforma modélica de su sistema de pensiones y que no quiere saber nada con el Mercosur del tándem Lula-Kirchner. Por contra, el menos liberal es Venezuela, incluso por debajo de Cuba, lo cual -no me lo negarán- tiene su mérito.