Blanco celebra que el cantante quiera compartir nacionalidad con nosotros

 

Desde que Zapatero es presidente del Gobierno, España ha destacado poco en el panorama internacional. Sí ha llamado la atención, en cambio, por sus leyes extravagantes. España ya era el paraíso del aborto por su permisividad en la materia y ahora es también paraíso gay. La ley que permite que dos personas del mismo sexo se casen ha convertido a nuestro país en una especie de Las Vegas para homosexuales.

La concesión de la nacionalidad española a Ricky Martin es claro ejemplo de ello. Algunos medios han reflejado las palabras del portavoz del Gobierno, José Blanco, que se felicitó este viernes por el hecho de que quiera compartir nacionalidad con nosotros. Lo cierto es que el cantante puertorriqueño salió del armario decidido a ser un militante de la bandera arcoíris y su nacionalización obedece al deseo de casarse en España. Más que al patriotismo que sugiere blanco, responde a un criterio práctico e ideológico.

Rodrigo Martín
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