Destacaba también de las Heras que estamos contentos de que la crisis esté finalizada pero las reacciones no han sido sólo quemar muñecos, sino también personas. Y eso no puede estar justificado, porque además, el Papa se ha desmarcado de la cita desde el primer momento. Es imprescindible el diálogo interreligioso, y al creer todos en Dios, y en la realidad fundamental de Dios, el amor, estamos al servicio de los demás.

 

El discurso de Ratisbona va pasar a la historia como el perfecto desconocido, en ese discurso, el Papa tira de la orejas a occidente en su relativismo y positivismo, y pide un ensanchamiento de la razón. Si algo ha demostrado Benedicto XVI es que los tópicos que sobre él se han dicho son tópicos inmensos. El Papa es un intelectual de primera división, mil quinientos intelectuales le aplaudieron, ha comentado también el director de la revista Ecclesia.