El director de la Fundación Vida, Manuel Cruz, expresó su indignación por la presencia del barco abortista en Valencia, y la macabra actividad que está desarrollando.

Es abominable e irresponsable que esta gente, en aras de una supuesta defensa de la mujer conviertan un drama como es el aborto en una fiesta, en la que lo único que se celebra es la muerte de unos inocentes y la destrucción de la madre.

El aborto es un drama y un fracaso, pero estos acontecimientos dejan muy claro cuál es la postura y cuáles los modos de quiénes se benefician de él. Lejos de mostrarle el respeto debido a las mujeres que afrontan una decisión tan difícil y que marcará el resto de su vida, banalizan la situación con fiestas y convierten la muerte en un espectáculo público y lúdico donde festejar cómo tres seres humanos pierden la vida por un concepto de libertad femenina retorcido, trasnochado y peligroso, analiza la Fundación Vida.

Además, el directivo se mostró horrorizado por la ligereza con la que tratan el aborto las responsables del barco. Su explicación de cómo provocar una interrupción de embarazo casera es una barbaridad, y puede provocar graves disgustos a las mujeres que sigan sus instrucciones, por el riesgo de que se produzcan  hemorragias u otras complicaciones que pueden afectar a la salud de la madre, y agravarse al no haber personal cualificado cerca.

Para la Fundación Vida, estamos ante un claro delito contra la salud pública y un delito de apología del aborto, -agravado por el riesgo al que exponen a quiénes sigan sus consejos-, según recogen el Código Penal español, que sería competente puesto que los preparativos para estos actos se han realizado en suelo valenciano, del que deberían responder todos los organizadores.

Además, el delito esta siendo cometido por un médico español, que a pesar de realizar los abortos en aguas internacionales, debería responder ante la Justicia nacional por sus actos. Además, el Colegio de Médicos debería tomar nota de las declaraciones irresponsables del colectivo, que el doctor Carbonell respalda con su presencia, y tomar las medidas oportunas.

Asimismo, es inadmisible que el señor Carbonell, contra toda deontología profesional, esté realizando el delito con evidente ánimo de lucro, puesto que la instauración del aborto libre repercutiría favorable en los ingresos de ACAI, la asociación a la que representa en esta farsa, acusó Manuel Cruz.

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