Los republicanos están desatados. Vuelven a insistir en la necesidad de convocar elecciones anticipadas en caso de que el Estatut catalán se vea frustrado. Quienes conocen la realidad catalana saben que los republicanos independentistas están aferrados a la moqueta y el coche oficial como probablemente no lo ha estado nunca ningún político. Provienen de extractos sociales "humildes" y para ellos la llegada al poder ha supuesto un subidón en el estatus. Así que no están por la labor de abandonar sus comodidades, ahora que han llegado.

O sea, que una de dos: O se trata de un farol o las expectativas electorales son muy favorables y tienen posibilidad de pactar con CiU. En el primer caso, tragarán con todo lo que les pongan por delante, eso sí, con las patas por alto para que no se note lo que Piqué califica como "bajada de pantalones".

Y esta estrategia de farol, ERC no sólo insiste en las elecciones anticipadas, sino que rechaza el "plan B" sobre el que trabaja Maragall y del que ya hemos informado : negociar un modelo de financiación autonómica que prime el incremento poblacional. Como las comunidades de Madrid, Valencia, Baleares y Murcia se sumarán a esa propuesta, no será una relación estrictamente catalana y por lo tanto no se respetará el famoso "hecho diferencial" que tanto importa a los catalanistas. Pero insistimos, probablemente todas estas declaraciones no sean más que un farol, y que finalmente los amigos de Carod terminen aceptando lo que sea menester.