Parte de la tensión de la Conferencia de Presidentes obedece a la situación provocada por las malas relaciones dentro del tripartito catalán. ERC insiste en lo acordado en el pacto del Tinell que compuso el gobierno de tres partes: en caso de que fracase el Estatut habrá que convocar elecciones anticipadas.

Maragall trata de componer afirmando "estar seguro" de que habrá acuerdo antes de la Merced (24 de septiembre). Pero desde CiU, Mas le recuerda que para alcanzar un acuerdo será necesario que el PSC se sitúe en la franja alta de las aspiraciones nacionales catalanas. Piqué entra en escena este domingo desde las páginas de El País (Oh! casualidad) para afirmar que el Estatuto está muerte a no ser que alguien "se baje los pantalones".

La situación es la siguiente: ERC ha pactado ya con CIU, que ahora presume de tener una "mayoría parlamentaria" contra la que no puede ir el PSC. Maragall habría tratado de cortocircuitar ese pacto con la polémica del 3%. Pero no le salió bien. ERC sabe que puede jugar a dos cartas. Y CiU tiene mono de poder, por lo que probablemente jugará a tensar la cuerda y a forzar las elecciones anticipadas.

Mientras tanto, desde el PSC se espera el dictamen del Consejo Consultivo, previsto para este 5 de septiembre, de manera que al menos sirva para lavarse la cara ante la actual estrategia de echar agua al vino con la intención de que el Estatut pase en Madrid. Veremos. La partida de pócker se presenta apasionante. Permanezcan atentos a la pantalla.