Sí, era broma del Día de los Santos Inocentes, pero broma poco inocente aunque bastante pertinente. No, ZP no ha pensado jamás en la dimisión, a pesar de haber conducido a España al mayor agujero económico que recuerdan los ancianos, a pesar de haber resucitado la guerra civil aunque guerra fría, ¿eh?-, haber desestructurado palabra muy querida por los psicólogos- a la sociedad española, el país con menor índice de natalidad, paraíso del aborto, de la toma rectal y, en pocas palabras, haber contribuido a forjar un país aburrido y abotargado, donde reina la desesperanza.

Este tío no dimite, se lo digo yo, aunque media España acabe pidiendo limosna por las calles u odiando a la otra media. Zapatero es como una de las plagas de Egipto: a su paso, en nombre del futuro, se desvanece el presente y muere cualquier proyecto. Es Mr. Bean: un tipo convencido de que sus desastres son muy creativos y convencido, aunque parezca imposible, de que está cambiando el país para mejor y de que es un presidente formidable. Un hombre feliz consigo mismo y con su trayectoria. Quien no lo reconozca así es que está animado por motivos espurios y que, en pocas palabras, porque el intelecto presidencial tampoco da para más, que es un fachas.

Tan pertinente resultó la broma de Hispanidad que pura coincidencia, seguro- el ministro de Fomento e ideólogo del PSOE, Pepiño Blanco, se apresuró a remachar la cantinela propagandística de esta Navidades: ZP no desvela si se presentará a las elecciones de 2012. Está bien Pepiño, ya lo desvelo yo: ZP decidió en marzo de 2004, cuando se encontró con un triunfo que no esperaba, sobre los cadáveres de 192 personas, que se presentaría en 2008, 2012, 2016, 2020 y así hasta 2052, donde contará con 92 abriles muy bien llevados. O le echa la minoría parlamentaria (y aún así...) y su propio partido, cuando pierda gancho electoral y no pueda repartir cargos, o a ZP tendrá que echarle de Moncloa la Guardia Civil. Pero, por él, hasta 2052.

Si ahora, aún en la primera parte de la legislatura, insiste tanto en ello es por una razón muy simple: para advertir a propios y extraños, especialmente a los propios, que no esperen una honrosa dimisión porque no la van a tener. Es decir, que en 2011 cuando él espera haya remitido la crisis económica que jamás ha reconocido- anunciará que sí se presenta en 2012.

Si ZP es Mr Bean, Rajoy es muy superficial, tiene alma de metal, Por eso, en lugar de aplicar el sistema iberoamericano y estadounidense- de reducir el número de mandatos presidenciales, algo que pondrá contra las cuerdas a ZP porque el dilema dejaría de ser personal para convertirse en institucional y la limitación de mandatos tiene un indiscutible tirón popular, don Mariano se dedica a preguntarle a ZP si se va a presentar en 2012. Con ello le deja la respuesta en bandeja:

1.No toca.

2.No esperes una dimisión porque de Moncloa no me sacan ni con lija.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com