Existe una variable habitual en el negocio eléctrico: se necesitan 5 trabajadores por cada 10 MW. Es la proporción ideal, y la subdivisión es muy simple: 3 para generación, una para servicios auxiliares de la misma y un quinto para administración.

Este criterio es el que ha aplicado el informe sobre Evaluación de puestos de trabajo.

Por ejemplo, si descontamos los otros negocios, en Iberdrola la plantilla dedicada a la electricidad es de 23.000 trabajadores para 44.000 MW. Sin embargo, en Endesa, que antes de la desgracia toma de control de Acciona y ENEL rozaba los 30.000 MW, le han segregado activos y apenas plantilla, hasta quedarse en 18.000 megavatios. Recuerden que entre E.ON y Acciona se llevaron 11.000 MW.

Todo ello con una empresa como ENEL, fortísimamente endeudada y con directivos italianos a los que colocar en el organigrama.

Ahora pongan ustedes todas esas cifras en relación con la plantilla actual de Endesa, 26.000 personas, y llegarán a la conclusión de que el informe de Evaluación que hablaba de que sobraba un 50% de la plantilla, es decir, 13.000 personas, resulta tan cruel como certero.

Desde que Hispanidad publicara la información, aumentada en la edición del martes, nos han llamado de todo menos bonitos. No lo deseamos, pero lo cierto es que aplicando el precitado principio, la plantilla de Endesa aún debía reducirse más. Lo decimos con mucho dolor y recordamos que la culpa de esa sangría de empleo la tienen quienes se han lucrado con el mayor pelotazo del siglo XXI en la empresa española: los Entrecanales, protagonistas del pelotazo económico, y el Gobierno Zapatero, protagonista del pelotazo político, el más triste, porque al final no sirve ni para obtener dinero ni para obtener votos, aunque sí para satisfacer venganzas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com