Telefónica compró la productora holandesa Endemol por 5.000 millones de euros. Lo hizo por intercambio de títulos, con una cotización a 30 euros, y ahora está a 13, así que valórenlo ustedes como quieran. Con la cotización de hoy, el coste habría sido de 2.000 millones de euros.

¿Por qué, entonces, Telefónica lanza una oferta pública de venta previsiblemente de un 20% del capital- a un precio de entre 1.100 y 1.600? Pues porque el destino de Endemol es acabar en manos de una de las grandes multinacionales. Time Warner, la mayor del mundo, ya se interesó por la factoría holandesa -de TV basura, quede claro, que no en vano su producto estrella es Gran Hermano- pero Alierta está convencido de que la salida a Bolsa es una buena ocasión para marcar precio. Y cuando alguien quiera controlar Endemol se verá obligado a pagar la correspondiente prima de control.

En otras palabras, la bolsa sirve en este caso, como en muchos otros, para marcar precio.