Ya hemos informado en este diario que el Senado chileno abrió una encuesta en su página web (ver esquina inferior derecha) sobre la despenalización del aborto terapéutico, es decir, el justificado en la salud física y psíquica de la madre. El consenso científico certifica que no existen razones médicas que recomienden el aborto para la mujer. Más bien al contrario : las mujeres con debilidad psicológica o antecedentes de depresión tienen muchas más posibilidades de sufrir un síndrome post-aborto severo.

Pero da igual, porque de lo que se trata es de repetir en Chile el mismo fraude que en España, donde el 97% de los abortos provocados registrados se realizan amparados en el supuesto del aborto terapéutico. Nadie habla -sin embargo- de la grave situación en la que quedan las mujeres después de un aborto.

Pero es que además, el Parlamento chileno ya votó el pasado mes de noviembre una propuesta de despenalización del aborto que fue rechazada por la mayoría de la cámara. Pero hay quien no se da por enterado, así que el senador socialista, Carlos Ominami, decidió resucitar el debate en el Senado a través de Internet. La cosa funcionaba según lo previsto : las feministas se habían movilizado y el resultado era de 2/3 a favor del aborto. Pero héte aquí, que muevetechile.org y varias organizaciones provida internacionales emprendieron una campaña para apoyar el no a la legalización del aborto terapéutico.

Y por aquello de la transparencia, los senadores instigadores de la iniciativa descolgaron la encuesta. Sin embargo, a los informáticos se le olvidó quitarla del todo, así que aunque no aparecía ya entre las encuestas, en el resumen de encuestas anteriores, quedaba un punto vacío con el hueco de la encuesta promuerte.

Se descubrió el pastel y los promuerte decidieron aunar fuerzas, hacer un llamado a todos los movimientos feministas del mundo mundial especialmente la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe- y volver a colgar la alerta. Y entonces se produjo el curioso fenómeno de que durante unos minutos, el contador comenzó a avanzar rápidamente al sí, amenazando la victoria que ya habían alcanzado los provida. Vean aquí las capturas de pantalla de lo que ocurrió en apenas unos minutos.

La situación actual es que la encuesta sigue colgada, pero cuando uno vota provida, la informática del Senado le informa que la encuesta está descolgada. En fin, un cúmulo de chapuzas e irregularidades que dicen muy poco de los promotores de la iniciativa. Pretendían abrir un debate sobre la legalización del aborto terapéutico y han conseguido cuestionar sobre la fiabilidad de las encuestas electrónicas del Senado chileno. ¡Bingo! El noble ejercicio humano del debate no puede ser un pretexto para inducir y justificar eventuales ataques a los cimientos de la sociedad; el respeto a la vida humana no es debatible, concluía la Conferencia Episcopal chilena el pasado miércoles.

Luis Losada Pescador