El desánimo cunde en el quipo directivo, algunos de cuyos miembros desearían que los italianos les proporcionaran alguna razón para la retirada

El martes 14 se celebra Junta General de Accionistas del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) para aprobar la ampliación de capital con la que hacer frente a la operación BNL. Se trata de una mega-ampliación de 531 millones de acciones nuevas ordinarias por un valor de 260 millones de euros. Aportaciones dinerarias y supresión, cómo no, del derecho de suscripción preferente (aunque en este caso es entendible).

La situación es compleja y ha generado división interna en el BBVA. Recordemos que el Contrapacto, accionistas italianos que se oponen al BBVA, capitaneados por el constructor Francesco Caltagirone, ha hecho llegar a la entidad española un mensaje muy claro : o amplían ustedes entre un 15 y un 20% la oferta de una acción BBVA por cinco BNL o se van a quedar ustedes atascados en Italia.

Recuerden que, aunque el BBVA lograra hacerse con el 51% del capital, y por tanto con el control de gestión de la Compañía, se encontraría con una oposición que controla cerca del 40%, y en una situación, por ello, muy desagradable. No obstante, FG insiste en que no piensa ceder al chantaje italiano, y que se mantiene el 1x5. Ahí le apoya su consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri. Sin embargo, Goiri es un tanto más remiso a la hora de seguir adelante con la operación. Le preocupa el día después. Recordemos que la BNL es un antiguo banco público, muy burocratizado y con ligeras (sólo ligeras) perspectivas de situarse en números negros durante 2005 tras una temporada de pérdidas.

Por otra parte, la BNL tampoco es el salto adelante que pretende FG para jubilarse como uno de los grandes banqueros de Europa. No tiene nada que ver con la fusión Unicredito-Hypo, aunque en este caso hay más paridad, y FG insiste en que las únicas fusiones que funcionan son las absorciones. En cualquier caso el italiano Unicredito y el alemán Hypo forjarán una de las grandes potencias bancarias de Europa, lo que no ocurre con BBVA-BNL. Curiosa postura en que protagonizó una fusión donde el equipo directivo del pez chico, Argentaria, se comió al equipo directivo del pez grande, BBV.

Por otra parte, apenas aporta una quinta parte del BBVA y, además, su red comercial está anquilosada, bien situada geográficamente, pero con escasa capacidad comercial. Por si fuera poco, ni siquiera los italianos que apoyan con más entusiasmo la llegada del banco español verían con buenos ojos que desapareciera una denominación bancaria con más de 100 años de historia. En definitiva, lo de BBVA-Bancomer sería difícil de repetir en Italia, tan amante de sus marcas comerciales.

En definitiva, podríamos estar hablando de una Junta inane. Además, la ampliación no es genérica sino específica. Si fracasa la opción por la BNL y se quiere repetir el esquema de intercambio de cromos nuevamente habría que convocar Junta de Accionistas. Lo que está claro es que el desánimo cunde en el equipo directivo del BBVA y algunos están desando que los italianos le proporcionen una razón para marcharse.