Con una gran semejanza con dos títulos míticos sobre parejas de fugitivos: Malas tierras, de Terrence Malick  y Bonnie and Clyde, de Arthur Penn, En un lugar sin ley narra una historia de amor desgarrada.

En la América profunda de los años 70, la joven pareja formada por Bob y Ruth vive al margen de la ley y han hecho de los delitos que cometen su modo de vida. Pero cuando, accidentalmente, Ruth hiere a un agente de policía y son detenidos, Bob asume la culpa y es arrestado. Incapaz de vivir sin la mujer a la que ama, y sin conocer a la hija de ambos, cuatro años más tarde Bob escapará de prisión y descubrirá que el policía al que hirió Ruth, ignorante de ese hecho, está enamorado de ella.

Al igual que Malick hizo en Malas tierras, En un lugar sin ley el debutante director David Lowery se limita a narrar los hechos, no a cuestionar las motivaciones de las faltas de los protagonistas, por lo que el atractivo de toda la trama reside en la descripción de esa historia de amor imposible y su puesta en escena, muy melancólica, gracias a una impresionante fotografía premiada en el Festival Sudance. Hermética, e intimista, En un lugar sin ley  retrata la falta de futuro que pervive en la América profunda  y cuenta con buenas interpretaciones, principalmente de los dos actores masculinos encarnados por el siempre inquietante Casey Affleck y por un impecable Ben Foster.

Para: Los que les gusten las historias de amor imposibles