Paco Rosell, también en Onda Cero, se pronunciaba sobre la segunda reunión entre Otegi e Ibarretxe, de la que hoy informa el diario Gara: en vísperas de tener que declarar como imputado, entrevistarse con Otegi es una prueba de ese desafío. Y estamos acostumbrados a ello. Sabemos que el lehendakari juega con el Estado de derecho a pesar de ser el máximo representante en el País Vasco. Pero al margen de esta circunstancia, hay una segunda cuestión: teniendo en cuenta que el lehendakari se ha convertido en socio preferente de Zapatero tras el atentado, me preocupa si el presidente sabe esos encuentros y el lehendakari hace su trabajo a cuenta de terceros. ¿Seguimos en la misma política de diálogo, y vamos a tratar que los escombros del atentado de Barajas se asienten y volvamos a la negociación? El PNV y Batasuna defienden lo mismo pero con dos procedimientos distintos. Volvemos a la misma política después del atentado.

 

Antonio Casado coincidía con Paco Rosell en calificar la segunda reunión entre Ibarrexte y Otegi como un desafío a las instituciones. El nacionalismo vasco no está cómodo con la constitución. El nacionalismo vasco propone un marco en el que se sienta cómodo. Esto es una provocación clarísima a los tribunales. Es un desprecio al TSJPV. 

 

De la misma opinión era el tertuliano de Onda cero Herman Tertsch: es una señal y un desprecio a las instituciones. Esto es una escenificación general. Y también las filtraciones. Van a salir las informaciones pronto y el Gobierno no quiere verse pillado por unas revelaciones por parte de ETA y hay una presión al Tribunal y un desafío a las instituciones. 

 

Y Arcadi Espada destacaba que el lehendakari es muy aficionado al incumplimiento sistemático de la ley, lo cual es completamente desmoralizador.