Un juez federal norteamericano ha denegado el recurso de los padres de Terri Schiavo, una norteamericana que lleva 15 años en coma. En otras palabras, Schiavo continuará desconectada y morirá de desnutrición, se supone que en diez días. El presidente George Bush había interrumpido sus vacaciones para firmar la ley que posibilitaba que siguiera conectada a la máquina que la mantiene con vida, pero la decisión del juez anula esa posibilidad. De esa forma, se sale con la suya el esposo de Terri, Michael Schiavo, y pierden los padres de Terri. El esposo no ha querido divorciarse de Terri, a pesar de que convive y tiene dos hijos con otra mujer, para poder continuar con su campaña de desconexión.

Los jueces han decidido en este caso y su decisión se ha impuesto a la de los padres de la paciente y al Congreso norteamericano.

Al mismo tiempo, en España, el informe del Gobierno autónomo madrileño sobre el responsable de Urgencias del Hospital Severo Ochoa revela que en el Servicio de Urgencias de este centro hospitalario se ofrecía sedantes a los enfermos terminales que aceleraban su muerte, sin consultar a las familias. Dos denuncias anónimas de eutanasias han llevado a las autorices a apartar del servicio al doctor Luis Montes.