Sr. Director:

Me parece graciosísimo que el telepredicador Gabilondo, este nuevo profeta del prisismo acuse ahora a la Iglesia de fomentar la tensión y crispar.

Lo que pretende el Padre Gabilondo es que mientras a muchos nos están pegando e insultado, encima digamos: qué buenos son los que nos pegan.

Se acabó ya de aguantar: No a la negociación con los asesinos, No a la LOE, No al Estatut.

Pablo Gutiérrez Carreras

pablo_gcarreras@yahoo.com