En el Ministerio del Interior siguen sosteniendo la tesis de la autoría etarra. También los policías y los jueces que colaboran con la investigación de la Audiencia Nacional. En su opinión, las pruebas islamistas no resultan concluyentes. Afirman que la información emitida por el Grupo Prisa fue filtrada por el politizado Sindicato Unificado de Policía (SUP). Pero es que, además, al parecer, la tarjeta del móvil que ha dirigido la pista islámica fue adquirida en el País Vasco. Lo que tampoco resulta concluyente. Sin embargo, nadie hasta la fecha ha respondido a la pregunta de por qué ETA se ofrece a negociar el mismo día de las elecciones.