Sr. Director:
Dan ganas de decirles a los nacionalistas catalanes, incluido Montilla, que se den una vuelta por Francia para ver cómo tratan allí al catalán.

 

Hace unos días nos enterábamos que la Justicia francesa exigía que las sentencias que se le enviaran fueran en francés o en una lengua internacional, pero se negaba a tramitar las sentencias escritas en catalán. Y es sabido que la administración y la educación de toda Francia es en francés lo que permite facilitar la movilidad de los ciudadanos, funcionarios y alumnos, asegurar una mayor homogeneidad y fomentar un sentimiento nacional de pertenencia al país desde la infancia, siendo las lenguas regionales como el catalán únicamente optativas allí donde se hablan. 

Quizás en España deberíamos analizar con detalle y seguir el ejemplo lingüístico de nuestro país vecino.

Raquel C. Cañellas