Esta es la principal conclusión, y muy reiterada, del Libro Marrón del Círculo de Empresarios, que en su última edición ha estado dedicado a comparar los modelos económicos europeo y norteamericano. Los autores del Círculo, institución que representaría el liberalismo económico español, por no hablar del capitalismo español, lo tienen muy claro: El sistema norteamericano se impone claramente al europeo. Es el Viejo Continente el que tiene que cambiar. Datos que avalan esta postura: En Estados Unidos se trabaja una media de 1.790 horas anuales frente a 1.600 horas de media en Europa; la población activa norteamericana supera a la europea, así como el índice de natalidad. Es más, en el estudio del Círculo se llega a recordar que en el año 2050, y aún contando con la fuerte inmigración, la población de la Unión Europea será menor que la de hoy.

El PIB per cápita es superior en USA que en la UE, y el paro también es inferior al otro lado del Atlántico. Ni que decir tiene que las dos claves para muchos de los firmantes del Libro Marrón son la flexibilidad laboral (en otras palabras, el despido libre) y la movilidad geográfica. Otro factor diferencial entre USA y UE es el Estado del Bienestar y el gasto sanitario a ambos lados del océano, aunque, eso sí, se recuerda que los norteamericano no gastan menos dinero en sanidad que los europeos, lo que ocurre es que ese gasto se reparte entre el sector privado y el sector público.

Conclusión: el sistema norteamericano funciona y los europeos nos quedamos atrás. Ahora bien, dicho así, se diría que los norteamericanos son unos masoquistas que trabajan más horas y tienen menos protección social que los europeos. Y que, por si fuera poco, los europeos se jubilan a los 60 años (al menos, esa es la media en Francia y Alemania), mientras que los norteamericanos continúan trabajando hasta los 65. Pero, naturalmente, hay un pero: los norteamericanos cobran más que los europeos, su bienestar material es mayor.