El juicio contra Emilio Botín, José María Amusátegui y Ángel Corcóstegui por las indemnizaciones percibidas por los dos últimos, no marcha tan bien como presumen los portavoces del banco. A pesar de que, como afirma la acusación, el fiscal y el juez ponente parecen actuar como defensores de Botín, lo cierto es que ha habido dos testimonios que no han sido del agrado de don Emilio. El primero, el de su hermano Jaime, que presentó la dimisión como vicepresidente primero. Don Jaime afirmó que las cantidades se justificaban por la dimensión de la operación. ¿Qué operación? Se supone que no se les pagó a Amusátegui y Corcóstegui para que dejaran vía libre a Emilio Botín. A fin de cuentas, el caso Argentia Trust, que llevó a prisión a Mario Conde, fue catalogado como una disposición indebida de fondos.

Por otra parte, el representante del Banco de España afirmó que la entidad supervisora no sabía de esas indemnizaciones: ¿No sabía el inspector de un gasto no previsto, que se supone provisionado, por 154 millones de euros, es decir, 25.623 millones de las antiguas pesetas? Curioso.

Por todo ello, en el SCH se prepara la opción segunda. Es cierto que si se produce una condena en la Audiencia se puede acudir al Supremo, pero ya estaríamos ante una condena firme. Por eso, en la entidad está preparada la opción B: Tras la condena se produciría un relevo inmediato : Ana Patricia Botín, consejera de SCH, presidenta de Banesto y primogénita de Emilio Botín, ocuparía la Presidencia del SCH. Lo que no cabe duda es que Ana Patricia está aprendiendo mucha banca comercial en Banesto. La incógnita es saber si Alfredo Sáenz aceptaría ser el segundo de Ana Patricia.