Desde Ferraz (calle madrileña que alberga la sede del PSOE) ya se ha hecho llegar a las principales empresas del país el mensaje de que Pedro Solbes, antiguo ministro de Economía con Felipe González y hoy en Bruselas, será quien se encargue de la cartera de Economía, y no Miguel Sebastián, el asesor económico de Zapatero que parece ejercer como tal desde el triunfo electoral del pasado domingo.

Y es que Sebastián parece el bombero pirómano. Su afirmación de que el PSOE no iba a intervenir en las empresas y que no iba a cambiar presidentes "aupados" por el PP, provocó más nerviosismo que otra cosa entre los despachos más alfombrados del país.

El martes 16 obtuvo otro éxito, al afirmar que habría fusiones energéticas, lo que todo el mundo interpretó como un visto bueno del PSOE (que practica la política de la revancha, consistente en hacer justo lo contrario que el PP) al intento de Gas Natural de hacerse con la eléctrica Iberdrola. Es decir, operación económica en clave política: más poder para el nacionalismo catalán, nuestros naturales aliados. Total, revuelo en un sector estratégico.

Al final, la vieja guardia del partido pide a Zapatero que el comisario Pedro Solbes vuelva a ocupar el Ministerio económico.