Tengo una preocupación que no me la puedo quitar de encima. Es una preocupación semántica. Porque tan grave es que te quiten el suelo bajo los pies como que confundan el significado de las palabras y los conceptos: se trata de la misma sensación de vértigo.

Ejemplo de vértigo semántico ocurre cuando se llama:

A los principios, valores,

a las convicciones, dogmas,

a las tentaciones, tendencias;

a la alegría, nerviosismo; 

a la pedantería, brillantez;

a la sabiduría, pedantería,

a los juicios, opiniones,

a la risa, excitación,

a la sonrisa, mueca,

al sexo, amor,

a lo nuevo, bueno,

a lo clásico, caduco,

a la indecencia, comodidad y

a la majadería, creatividad.

Cuando a la gimnasia la llamemos magnesia, el eufemismo no tendrá retorno. Estaremos perdidos ante la inmensidad de nuestra estupidez.

Con lo bonita que es la sencillez.

Eulogio López