Respecto a la derivación del 11-M a Garzón, que va a investigar el posible informe manipulado, Pedro J. Ramírez señalaba: Espero que ese juzgado de la plaza de Castilla admita a trámite la querella e inicie un sumario dentro del ámbito natural. Es que Javier Zaragoza, el fiscal de la audiencia nacional, después de haber emitido señales de que aquí no hay nada, se ha dado cuenta de lo flagrante que era el rastro y se le ha ocurrido que a grandes males, grandes remedios, y le ha mandado a Garzón la denuncia de la asociación España y Libertad. Esta va a Garzón. Y los oyentes podrían alegrarse de la celeridad. Pero hay gato encerrado. Un magistrado que está instruyendo ETA, la acción terrorista de los encapuchados, tantos y tantos sumarios, le da prioridad a esto y ya para el jueves ha citado a declarar a instancias secretas. Sólo van a estar el juez y el fiscal. La prueba de que hay gato encerrado es que Garzón ha pedido también un informe sobre los usos del ácido bórico. Pero es que desde el punto de vista de si se ha cometido un delito de falsificación, no importa cuáles son los usos del ácido bórico, porque no importa nada que estos documentos tengan que ver con el señor Haski. La competencia es de los juzgados de instrucción y ahora puede ocurrir que Garzón se inhiba, cosa difícil, o que la juez se inhibiera. Si ella es una persona con una buena formación, asumirá la competencia y tal vez tenga que decidir al final el Tribunal Supremo. Entretanto, ni una palabra de respuesta a lo que ayer publicó El Mundo sobre el borrado de Típex del libro de salida. Pero quien calla otorga.

 

En la COPE, Cristina López Schlichting opinaba que la derivación al juez Garzón de parte del sumario del 11-M es fundamental. Y se preguntaba por qué el ministerio del Interior se niega a que en el sumario del juez Juan del Olmo aparezca la vinculación Eta-11-M.