• En declaraciones al Telegraph, John Sawers asegura que las sanciones económicas y las operaciones encubiertas del espionaje británico han retrasado los planes nucleares del régimen de Teherán, pero no los han anulado.
  • Al mismo Estados Unidos, anuncia una nueva batería de sanciones económicas contra el régimen islámico.
  • Ahora, además de a la industria petrolífera, las sanciones se dirigirán también a la propia industria militar del Régimen de los ayatolás.
  • En cualquier caso, según fuentes diplomáticas, las declaraciones de la inteligencia británica preludian un posible ataque militar sobre territorio iraní.

 

Van a dar mucho que hablar las declaraciones realizadas en el día de hoy por el jefe de los servicios de inteligencia británicos –el conocido MI6-, Sir John Sawers, al diario británico Telegraph. En la citada entrevista, el espía británico ha anunciado que tanto las operaciones encubiertas desarrolladas por los espías británicos como las sanciones económicas impuestas por los países occidentales han logrado retrasar el programa nuclear iraní, pero no han conseguido que el régimen fundamentalista cese en sus aspiraciones nucleares.
En este sentido, Sawers ha anunciado que Irán tendrá la capacidad nuclear suficiente para contar con armamento nuclear para el año 2014, es decir, dentro de escasamente dos años.

El oficial británico ha alabado la actuación del MI6, al considerar que sin su actuación, el régimen islámico contaría con armas nucleares desde 2008. También durante la entrevista, el espía ha dejado entrever el peligro que supondría la conversión de Irán en un Estado con capacidad nuclear, sobre todo para Estados Unidos e Israel, los dos grandes enemigos del régimen fundamentalista, por lo que ha valorado también que no cree que ningún presidente de Estados Unidos o un primer ministro de Israel permitirían que la amenaza nuclear iraní se hiciera real.
En la entrevista, el alto cargo británico se ha mostrado seguro de que, a pesar de la eficacia de las sanciones económicas, va a llegar un momento en que EEUU o Israel, o ambos conjuntamente, se van a ver obligados a atacar al régimen de los ayatolás. Cabe recordar que en el ejecutivo británico existen discrepancias con respecto a la posición sobre Irán, ya que mientras el primer ministro del Reino Unido, David Cameron (en la imagen junto a Barack Obama), anunció –en respuesta a una pregunta sobre si debería realizarse un ataque sobre el régimen iraní- que 'todas las opciones estaban abiertas', el partido Liberal Demócrata –su socio en el gobierno- por boca del viceprimer ministro, Nick Clegg, anunció que su partido no contemplaba en ningún caso la opción militar contra el régimen islámico.

Las declaraciones del máximo responsable de la inteligencia británica han hecho saltar las alarmas en los medios diplomáticos de gran parte del planeta, en cuyos círculos ya se comenta que el ataque sobre el régimen fundamentalista es inevitable y que ocurrirá antes o después.

Mientras tanto, tal y como anuncia el diario Financial Times, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que va a proceder a la imposición de una nueva batería de sanciones económicas al régimen de los ayatolás, que, de acuerdo a los analistas, está sufriendo una gran convulsión interna por dichas sanciones, que según las estimaciones de los especialistas están debilitando de manera eficaz la economía iraní.

Las nuevas medidas sancionadoras han sido explicadas por el subsecretario de terrorismo e inteligencia financiera de Estados Unidos, David Cohen, quien ha anunciado que el objetivo de las mismas es debilitar aún más a la industria petrolífera del país –que aporta la mayor parte de los ingresos de la nación- y también a la industria militar del país.

El oficial estadounidense ha citado entre las empresas iraníes que se verán afectadas por la nueva ronda de sanciones a la Compañía Nacional del Petróleo y a la principal compañía de transporte militar del país. Por su parte, entre las empresas extranjeras afectadas por sus vínculos con las empresas iraníes destacan la compañía Petro Suisse o la empresa energética malaya Noor.

Es indudable que las declaraciones de la inteligencia británica no van a pasar desapercibidas en los círculos diplomáticos mundiales, y suponen un nuevo episodio en la situación de tensión existente entre Estados Unidos, Israel e Irán, con el agravante de que de acuerdo a numerosas fuentes diplomáticas, el conflicto militar entre estas naciones parece inevitable.

Gabriel López

gabriel@hispanidad.com