El pasado viernes se celebraba una jornada energética organizada por el Executive Forum. Entre los participantes, Carlos Salle, director de regulación de Iberdrola, quien censuró los llamados viernes de infarto. El Consejo de Ministros aprueba cosas que no nos esperábamos; eso no puede ser, señala Salle que remarca su argumento con el siguiente dato: España aparece en el puesto mundial 93 del Doing business. Hemos bajado muchísimo, concluye. El director de Regulación de GN-Fenosa, José Antonio Guillén, coincide con los viernes de infarto; es una realidad innegable.
Le responde Manuel de Vicente Tutor, secretario del Consejo de Administración de Solaria: No son sólo los viernes de infarto, sino los lunes del BOE y los martes de corrección de erratas. Y es que esa incertidumbre regulatoria se paga en términos de costes de oportunidad, advierte el director de Regulación de Endesa, Juan Carlos Encinas.
Por lo demás, Salle reclamó que se limpiara la tarifa de costes que -en su opinión- deben ser imputados a los Presupuestos Generales del Estado. Por ejemplo: todos los años salen de la tarifa entre 400 y 500 millones para financiar el plan Prever de tractores. ¿Tiene sentido que la renovación de los tractores sea financiado con cargo a los consumidores de energía eléctrica?
Por cierto que a esto de pedir un marco regulatorio estable se suma el secretario del Consejo de Administración de Solaria, Manuel de Vicente Tutor. Y es que ante la amenaza del ministro Sebastián del corte de pelo, el sector está más que preocupado. De Vicente Tutor advierte que la retroactividad sería inconstitucional y recuerda que "el decreto 1.578 ya nos rasuró; en 2008 tuvimos un ajuste tarifario del 40,5%".
