Sr. Director:
CiU dice ahora que no recortará en "embajadas catalanas". Me pregunto por qué la austeridad no puede llegar a esas oficinas superfluas que duplican los servicios que ya dan las oficinas españolas en el exterior.

 

¿Es razonable, por ejemplo, mantener en plena crisis económica una "embajada catalana" en una de las zonas más lujosas del mundo, en el Rockefeller Center de Nueva York? ¿Es lógico que los amigos y militantes a los que se nombra "embajadores catalanes" cobren más que el Presidente del Gobierno?

Las embajadas catalanas son algo anormal. Ni Baviera ni Gales ni Texas las tienen sino que utilizan las de Alemania, Reino Unido y EEUU a pesar de ser países muy descentralizados. Pero aquí algunos van con ínfulas de mini-estados y de nuevos ricos.

María Caro