Rafael López Diéguez (en la imagen) es el candidato de Impulso Social al Europarlamento en los próximos comicios del 25 de mayo. Insisto en que si se vota en conciencia -si se vota para ganar es otra cosa- un católico, a día de hoy, en los próximos comicios europeos, sólo podría votar al izquierdista SAIN, del Movimiento Cultural Cristiano, o al derechista Impulso Social, fruto de la alianza electoral de Familia y Vida, Comunión Tradicionalista y Carlista (CTC) y Alternativa Española (AES).

Y aquí hay que volver a hablar de coherencia. Por el momento, me quedo con esas dos opciones, dado que VOX aún debe demostrarme que defiende los valores no negociables: vida, familia, libertad de enseñanza para los padres y bien común. Sobre todo el primero.

El cabeza de lista de la coalición Impulso Social será Rafael López Diéguez, que en nada oculta ser el yerno de Blas Piñar. Es más, se siente orgulloso de ello.

Podría yo votar a Rafael López Diéguez sin dudarlo -y de hecho por ahora es mi primera opción para el 25 de mayo- y les advierto que he discutido mucho con él y por diversos motivos.

Por ejemplo por el Estado de las autonomías: a mí me gusta más que a él. Ahora bien, López Diéguez es honrado y honesto. Como ambos términos se suelen prestar a confusión, sólo les recordaré que la honestidad es una virtud referida a cosas que ocurren de cintura para abajo, mientras que honradez alude a lo que sucede de cintura para arriba. Es algo parecido a los modernos democristianos: cristiano de cintura para arriba y demócratas, muy demócratas de cintura para abajo.

Pues buen, López Diéguez es honrado y honesto; testarudo y desconfiado pero coherente. Es una opción para un cristiano y la posibilidad de incluir un católico coherente en el Parlamento europeo. Merece la pena pensárselo.

Eulogio López

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