Si todavía queda algún Azaña que considera que España ha dejado de ser católica, es que no asistió al VII Congreso de Católicos y Vida Pública que este año llevaba por título Llamados a la libertad. Según explica su organizadora, Carla Díaz de Rivera, ésta ha sido la primera vez que no se han publicado anuncios en los periódicos, y sin embargo, ha sido el año con mayor participación de públicos y ponentes. Incluso dos catedráticos a los que no se les ha caído los anillos por presentar una comunicación.

Las jornadas se desarrollaron con espíritu de alegría, colaboración, pero también combate. El fondo ideológico lo ofrecieron Robert Spaeman y Newhause, dos intelectuales de primera línea que defendieron los verdaderos pilares de la libertad. Por su parte, la presencia del ex presidente polaco Lech Walesa, fue un verdadero empujón al compromiso. Vds. tienen muchos más talentos que yo, hagan el favor de ponerlos a trabajar.

Pero las mesas redondas que más interés provocaron fueron la relativa a Educación y País Vasco. El presidente de CONCAPA, Luis Carbonel, acudía al Congreso un día después de celebrarse el encuentro con Zapatero. No estoy defraudado ni engañado, pero soy muy escéptico y no descarto que pueda sentirme engañado en un próximo futuro, apuntó. Por su parte, la presidenta de CECE, Isabel Bazo, destacó el escaso conocimiento que de la LOE tenían tanto el Presidente Zapatero como la ministra Sansegundo.

En la mesa redonda sobre el País Vasco, el joven concejal popular, Santiago Abascal, destacó la persecución que él y su familia sufren por culpa de los violentos; la concejal socialista de Getxo, Gotzone Mora, hizo hincapié en que si Cristo no se bajó de la cruz, ella no se iría del País Vasco, aunque señaló en dos ocasiones la oferta de la Universidad san pablo en caso de que no aguantara más. Mora también señaló que votaba con el PP cada vez que su conciencia se lo pedía y tuvo duras palabras para el actual Gobierno y la actual cúpula dirigente del PSE.

En conclusión: un encuentro repleto de ilusión y valiosas aportaciones. Pero sobre todo, un lugar para hacer espaldas, según la terminología de las clarisas de Lerma, presentes en el encuentro a través de video.