La segunda manipulación es que nos llevan a identificar "igual dignidad" con "igual identidad". Sabemos que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad, pero no tienen la misma identidad.

 

No se puede hablar de igual identidad entre el hombre y la mujer (son dos sexos diversos) y sin embargo, estamos casi obligados a aceptar que el hombre y la mujer son totalmente iguales, idénticos porque se han unido los conceptos de igual dignidad y de igual identidad. Lo cuenta YoInfluyo.