• El ultimátum sobre el informe de los lugares donde se produce y guarda ese arsenal vence el sábado 21 de septiembre.
  • Mientras, la OTAN, destaca: "Necesitamos una solución política en Siria".
  • Nuevo llamamiento del Papa Francisco por la paz: "Mi pensamiento se dirige de manera especial a la querida población siria, cuya tragedia humana puede ser resuelta sólo con el diálogo y la negociación".
  • En Siria, por culpa del fundamentalismo islámico, "no sólo los cristianos, sino todas las minorías viven con el temor de ser perseguidas y reprimidas", dice un fraile franciscano de Aleppo.
El presidente de Siria, Bachar al Asad (en la imagen), se ha comprometido a entregar y destruir las armas químicas que posee, si bien ha advertido de que será una operación "muy complicada" que podría llevar al menos un año y con un coste de 1.000 millones de dólares.

En una entrevista concedida a la cadena estadounidense Fox, Al Asad dijo que Siria está "comprometida con todos los requisitos" del acuerdo negociado por EEUU y Rusia negociado en Ginebra para la entrega del arsenal químico. No obstante, aclaró que si ha accedido a la entrega de las armas no es por las "amenazas" de EEUU, sino por sus "propias necesidades y convicciones". Al Asad recomendó al presidente estadounidense, Barack Obama, que "no amenace" a Siria con una intervención militar y que "escuche el sentido común de su propio pueblo.

Por su parte, las autoridades sirias y rusas coordinaron ayer miércoles la puesta en marcha del desarme químico de Damasco. Tras reunirse con el presidente sirio, el viceministro ruso de Exteriores, Sergei Riabkov, dijo que tiene "garantías de que Siria entregará la información necesaria relativa a sus armas químicas en el plazo previsto". Porque el ultimátum sobre el informe de los lugares donde se produce y guarda ese arsenal vence el sábado 21 de septiembre. Damasco entregó ayer a Moscú las "pruebas" de que el ataque del 21 de agosto fue obra de los rebeldes. Riabkov apuntó que examinarán "con la mayor seriedad" este material. Asimismo, consideró distorsionado y parcial el informe de Naciones Unidas sobre el ataque.

Así las cosas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha defendido este jueves la necesidad de mantener la opción militar "sobre la mesa" en Siria y ha reclamado que se respete el calendario pactado por Estados Unidos y Rusia para proceder a la destrucción del arsenal químico del régimen sirio después de que Bashar al Assad haya advertido de que al menos llevará un año.

No obstante -y esto es lo más importante-, el danés cree que "cualquier intervención militar en Siria puede tener consecuencias regionales impredecibles y por esta razón necesitamos una solución política en Siria", si bien ha pedido "distinguir claramente entre la solución a largo plazo" y "la repuesta específica al uso de armas químicas".

Mientras eso ocurre en el orden diplomático, el Papa Francisco sigue apelando al diálogo para lograr la paz en Siria. Así lo manifestó ayer, al finalizar la audiencia general, cuando recordó que "cada año, el día 21 de septiembre, las Naciones Unidas celebran la 'Jornada Internacional de la Paz', y el Consejo Ecuménico de las Iglesias apela a sus miembros para que en ese día se rece por la paz. Invitó a los católicos de todo el mundo a unirse a los otros cristianos para continuar orando a Dios por el don de la paz en los lugares más atormentados de nuestro planeta". "Mi pensamiento se dirige de manera especial a la querida población siria, cuya tragedia humana puede ser resuelta sólo con el diálogo y la negociación, en el respeto de la justicia y de la dignidad de cada persona, especialmente de los más débiles e indefensos", recogía News.va.

Es también interesante recoger aquí las palabras de un fraile franciscano sirio de Aleppo, el padre Bahjat Karakach OFM, al que la Agencia Fides le ha hecho esta pregunta: "Según algunos observadores, 'los cristianos sirios están cerca de Assad'. ¿Cómo responde usted a esta simplificación".

Y respondía: "Creo que tenemos que separar la religión de la política. Nada es peor, en esta situación, que un discurso confesionista. Siria es un país lleno de diversidad étnica y religiosa. Y mientras se fomenta el fundamentalismo religioso, las 'minorías' pagan las consecuencias. No sólo los cristianos, sino todas las minorías viven con el temor de ser perseguidas y reprimidas. Este jueves, sobre el terreno de la oposición prevalece en gran medida la corriente fundamentalista.

También hay individuos y grupos de la oposición que no comparten la ideología de Al Qaeda, es cierto, pero por desgracia no cuentan mucho en la balanza política. Esto no quita que entre los cristianos y los no cristianos existan opiniones políticas muy diferentes, aunque en la actualidad la mayoría de los sirios -de todas las afiliaciones religiosas y étnicas- se ven obligados a guardar silencio ya que no están de acuerdo con la violencia que asola el país".

Así están las cosas en Siria. Sigamos el llamamiento del Papa Francisco.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com