No suelen coincidir, pero en la mañana del viernes lo han hecho. El Vaticano condenaba la invasión israelí del Líbano como ataque a un estado soberano, en sincronía el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, desde los micrófonos de Punto Radio, consideraba que una cosa es defenderse y otra lanzar un ataque desmesurado. Lo cierto es que los ataques al Líbano en respuesta a la muerte de siete soldados israelíes y el secuestro de otros dos eleva la tensión bélica varios grados. Justo cuando la canciller alemana Angela Merkel y el presidente Bush habían apoyado la iniciativa hebrea.