Sr. Director:
El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, entidad asentada en la corriente antivida y proaborto, carece de neutralidad en sus decisiones, como ya demostró actuando contra la libertad religiosa de quienes defienden el crucifijo en las aulas, por la queja de una ciudadana en Italia.

 

Ahora condena la Constitución Irlandesa por su defensa de la vida humana desde la concepción. Este Tribunal inquisitorial, que arremete contra lo políticamente incorrecto, considerará el caso del desafío contra las leyes irlandesas, por parte de tres mujeres que alegaron haberse sido "forzadas" a ir al extranjero a abortar, lo cual supuso un riesgo para su salud.

El Instituto Católico Familia y Derechos Humanos informó en nombre del Family Research Council, que "la reciente aprobación, por parte del Irlanda, del Tratado de Lisboa, garantizando que su constitución pro-vida no se vería afectada, ha provocado la embestida del tribunal contra Irlanda". También mostró que el tribunal no era imparcial en lo que se refiere a los "derechos sobre el aborto", ya que hace dos años, dictaminó que Polonia debía garantizar el acceso al aborto, después de que una mujer afirmara haber perdido la vista por no haber podido abortar, a pesar de que ocho especialistas dictaminaron que "el continuo deterioro de su vista no estaba relacionado con su embarazo".

Pili S Montalbán