Tras el fracaso de su peculiar adaptación de Pinocho, el cómico italiano Roberto Benigni vuelve a hacer lo que mejor sabe: contar la tragedia a través del humor. Con bastantes similitudes con La vida es bella, El tigre y la nieve no acaba de ser redonda porque resulta algo desequilibrada en su desarrollo. No obstante, en conjunto, es un bonito cuento romántico

 

Attiliano es un poeta idealista totalmente enamorado de Vittoria, una escritora que no le hace ningún caso. Cuando ésta resulta herida en Iraq y se queda en coma, Attiliano no duda en trasladarse a ese enclave para intentar salvar la vida de su adorada. Pero en un país sumido en la guerra, conseguir cualquier cosa, por pequeña que sea, resulta toda una aventura.

 

Benigni, al igual que en La vida es bella, vuelve a mostrar un conflicto bélico (el que se desarrolla en Iraq) de forma original, desde una perspectiva desde la que contemplamos las penurias y necesidades que sufren los ciudadanos de a pie. Pero Benigni en esta farsa es un mero espectador que, en ningún caso, toma partido por ningún bando.

 

Les comentaba al principio que la película es un bonito cuento romántico a pesar de su desequilibrado guión. Así, los primeros 45 minutos del largometraje - los que se desarrollan en Italia- son demasiado pesados y reiterativos alrededor de la adoración que Attiliano siente por su amada. Durante esa parte del metraje, Beningni está muy histriónico. Afortunadamente, la película sube de calidad y su ritmo es mucho más ágil cuando nuestro protagonista viaja a Iraq y se convierte en héroe por accidente. Ello me hace suponer que la película agradará a los que ven, siempre, el vaso medio lleno.

 

Para: Los que les gustó La vida es bella y sean capaces de aguantar a Benigni a pesar de su histrionismo

Público apropiado : 7 años