Hispanidad.com publicaba ayer una información sobre las intenciones nacionalistas de secesión. El modelo al que estaría dispuesto llegar Zapatero es el modelo canadiense: referéndum de independencia, o consulta, como gusta llamarle los nacionalistas vascos.

Pues bien, resulta que el Tribunal Supremo canadiense ya descartó el derecho de autodeterminación, aunque también dejó la puerta abierta a que si se realizase la consulta y el Québec, con una amplia mayoría quisiera la independencia, existiría la responsabilidad de Canadá de dar salida a esa situación.

Esto es exactamente lo que quieren los nacionalistas y lo que pretende Zapatero : una consulta no vinculante. Sólo hay algunos matices. En primer lugar, el Supremo canadiense hablaba de amplia mayoría que desde luego no es el 55% montenegrino, sino más bien el 70% requerido para grandes reformas institucionales, según la doctrina zapateril expuesta en la toma de consideración del plan Ibarretxe.

Por otra parte, las realidades, como siempre no son comparables. En el caso de Canadá siempre hubo la conciencia de había dos realidades, y siempre se respetaron esas dos realidades por parte de la Corona británica. En el caso vasco y catalán, no siempre ha habido dos realidades. En el caso de Montenegro, el proceso en realidad es el inverso : se trata de dar marcha atrás al expansionismo nacionalista de la Yugoslavia de Tito.

Pero lo más importante: el eventual referéndum sería inconstitucional, porque no puede someterse a referéndum algo que no está contemplado en la Constitución. Los expertos constitucionalistas defienden que para plantear un referéndum secesionista, sería necesario reformar previamente la Constitución para dar cabida a la posibilidad de compartimentar la soberanía nacional, algo hoy imposible.

Pero esto es lo que dicen los puristas, los mismos que defendían que era necesario reformar la Constitución antes de aprobar un Estatut que sobrepasara los términos de la Carta Magna. Pero siguiendo la doctrina Maragall, hagamos camino al andar. Como la reforma constitucional es imposible porque requiere el concurso del PP, forcemos la maquinaria y que después venga el Constitucional con las rebajas. Este parece ser el escenario. Permanezcan atentos a las pantallas.