Tras varios meses de silencio, el pasado 21 de septiembre la Sala Segunda del Tribunal Supremo, ha decidido archivar la querella presentada por el Centro de Estudios Jurídicos Tomas Moro (CEJTM) contra el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido. El CEJTM entendió que el Fiscal General había prevaricado al no proceder a la ilegalización del PCTV. Sin embargo, desde el Supremo se interpreta que el Fiscal General actuó con prudencia jurídica ajena a la arbitrariedad. Desde el CEJTM se interpreta que el auto del Supremo no aclara los principios sobre los que se basa esa eventual prudencia, máxime cuando el juez de la Audiencia Nacional Grande Marlaska está investigando a cuatro promotores del PCTV por colaboración con ETA.

Además, el CEJTM considera que para poder afirmar que se ha actuado con prudencia ajena a la arbitrariedad, se debería haber investigado los informes de los Servicios de Información que los letrados había solicitado como diligencia. Si las Fuerzas y Cuerpos de seguridad afirmasen de manera indubitable la relación orgánica o funcional del PCTV con ETA, la actitud del Fiscal General no sería de calculada imprudencia, sino de silencio cómplice, sostienen desde el CEJTM.

Sus presunciones son que el Fiscal General del Estado aseguró en sede parlamentaria que se estaba acometiendo un reequilibrio ideológico de la carrera fiscal. Además, en el denominado caso Atutxa, el Fiscal General se negó a recurrir el archivo de las actuaciones a pesar de que el anterior fiscal había iniciado el procedimiento. Y por si fuera poco, en la apertura del año judicial, Conde Pumpido sugirió el inicio de las conversaciones con la banda terrorista.

Además, el Supremo dirige críticas extraordinariamente duras, que en opinión del CEJTM resultan contrarias a la tutela judicial efectiva consagrada en el artículo 24 de nuestra Carta Magna y olvidando que el CEJTM actúa como representantes de muchos ciudadanos ante el escándalo social generado.