El 2 de junio, el Tribunal Supremo admitió a trámite mediante providencia la querella criminal presentada por el Centro Jurídico Tomas Moro contra el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, por un presunto delito de prevaricación, al no instar la disolución del PCTV, pese a la abundancia de indicios que ponen de manifiesto su vinculación con la ilegalizada Batasuna.

El delito imputado al Fiscal General lleva aparejada una pena de inhabilitación para todo cargo público entre 7 y 10 años. Según Javier Mª Pérez Roldán, abogado director de la querella, la querella se funda en su actitud prevaricante a lo largo de estos últimos meses. Según el Estatuto del Ministerio Fiscal, artículo 7, el Fiscal debe actuar con imparcialidad e independencia. Sin embargo, toda su actuación se funda en el sometimiento constante y fiel a los intereses partidistas del Gobierno.

El Presidente del Centro Jurídico Tomás Moro, Víctor Lozano, ha recibido con satisfacción esta noticia: El Fiscal General debe servir con objetividad a la legalidad, y no amoldarse a los intereses del Gobierno en la negociación con el entorno etarra. A raíz de las últimas actuaciones del Gobierno parece que las víctimas del terrorismo y toda la ciudadanía que hemos sufrido el terror de ETA somos ciudadanos de segunda frente a los batasunos ¿se atreverá el Gobierno a mirarnos a los ojos y decirnos que somos ciudadanos de segunda?