Para Montilla, el PP no es un adversario; pero CiU, sí. Yo no pactaré ante notario que no pactaré con el PP porque todo el mundo sabe que no lo haré; si Mas lo hace es porque su discurso no debe de ser suficientemente creíble, señalaba el candidato socialista a la Generalitat en un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Economía en la mañana de este lunes. La realidad es que siempre que han sumado, han pactado y a los políticos se les juzga no por lo que dicen, sino por lo que hacen.

Además, Montilla arremetió contra la propuesta del cheque escolar asumida tanto CiU como por el PP. El cheque se le da a quien no lo necesita y no lo usa; y a quien lo necesita, no le alcanza porque no financia la totalidad del servicio. Vamos, que digamos que no es partidario. Y tanto es así que califica a Mas de yuppi. ¿En qué se basa? Veamos. Montilla considera que el autor intelectual de la propuesta del cheque escolar es el chileno portavoz del Partido Liberal sueco, Mauricio Rojas. En realidad no es exacto, porque el verdadero autor intelectual de la propuesta del cheque escolar es Milton Friedman.

Pero dejemos la polémica académica al margen. Resulta que al Sr. Montilla no le gusta el cheque escolar porque los ricos no lo utilizarán: enviarán a sus niños a colegios puramente privados. ¿Y qué? Esa situación ya existe hoy. Más llamativo resulta que Montilla rechace el cheque porque no financia la totalidad del servicio. ¿Y es que acaso el concierto educativo financia la totalidad del gasto de la plaza escolar? Conviene recordar que el convenio cubre además del salario de los profesores (abonados directamente por la consejería de Educación) una cuantía irrisoria que apenas consigue cubrir el coste de la luz y la calefacción del centro. Una de las razones por la que los centros concertados suelen ofrecer ratios superiores a la media de profesores/alumnos.

Total, que Mas es un yuppi por incluir la propuesta del cheque escolar en su programa. Esperanza Aguirre sin embargo no se ha atrevido, porque considera que electoralmente tendría mala venta y seria interpretado como un beneficio para los madrileños con mayores recursos. No obstante, la muy liberal presidenta de la Comunidad de Madrid ha planteado por debajo de la mesa su intención de implantarlo una vez que salga reelegida presidenta de la Comunidad. Cuestión de coherencia.