• El líder huelguista, Justo Peral, intenta salvar la cara ante sus bases: el Gobierno me lo impone.
  • Eso sí, la ministra de Fomento, Ana Pastor, está un poco harta tras el fiasco.
  • Y Luis de Guindos ya habla de irresponsabilidad. 
  • Guerra de salarios: un piloto de Iberia sale por una media de 10.000 euros mensuales.
  • Mientras, los huelguistas de lujo continúan rodando por las pistas a paso de tortuga.
  • Iberia Express se impone en puntualidad y en ocupación.

El líder del sindicato de pilotos de pilotos SEPLA-Iberia, Justo Peral (en la imagen), ha llevado a sus bases a un callejón sin salida del que ahora intenta salir con los suyos. Se trata de un revolucionario que ha sido superado en radicalidad por sus bases y ahora no puede volverse atrás, tras haber convocado 30 jornadas de huelga en tres meses, algo que podría llevar a la compañía al ruina, además, de al sector del transporte aéreo en España.

Por eso, Peral intenta salir del atolladero en el que él mismo se ha metido. Intenta, en resumen, la mediación del Gobierno Rajoy para disfrazar la derrota con el consabido: yo no quiero renunciar a la huelga salvaje pero me obliga el Gobierno.

Ojo, hablamos de mediación, no de laudo, dado que los pilotos rechazaron el laudo del ex ministro Pimentel en cuanto éste se metió en harina.

Ahora bien, por esta razón, el Ejecutivo Rajoy se ha mantenido distante... además de cabreado con los pilotos convertidos en ultras. En la mañana del martes el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, sin citar al SEPLA, tildó de irresponsable la huelga interminable de los pilotos.

Y es que Peral ha creado un ambiente de radicalidad suicida entre los pilotos y ahora es prisionero de sus propios excesos. Por ejemplo, los pilotos continúan rodando lentamente en despegues y aterrizajes. Con ello, consiguen grandes avances: fastidiar a los usuarios que pueden llegar tarde a sus enlaces, gastar más en combustible, en frenos y "pasarse de actividad", es decir, reducir vuelos y aumentar los gastos de la compañía.

No sólo eso: su gran lucha -evitar la salida de Iberia Express- ha fracasado, y encima la nueva compañía obtiene nivel de ocupación próximos al 100 por 100 y mejor puntualidad que su hermana mayor.

Lucha de salarios. Hablemos en neto. Un piloto de Iberia cobra 10.000 euros netos mensuales de media, coste laboral por unidad 200.000 euros anuales. En esas circunstancias, pocos pueden evitar que se trate de unos huelguistas de lujo que se están cargando no sólo una empresa, sino el sector turístico y la imagen misma de España.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com